Los duros momentos que vivimos están llevando a muchos a tomar el camino del emprendimiento cómo vía de escape en busca de una nueva oportunidad profesional.
El rápido crecimiento de Internet ha abierto la puerta a muchos de estos emprendedores que deciden probar suerte en la red, algunas veces atraídos por las creencias de que emprender en Internet es fácil y barato. Estos son los 2 mitos del comercio electrónico con los que más gente se topa cuando decide emprender un proyecto de este tipo y que, por desgracia, hacen fracasar la mayoría de proyectos de este tipo.
Lanzar un proyecto de e-commerce es fácil
Al contrario de lo que muchos puedan pensar, emprender un proyecto de comercio electrónico puede ser de todo menos sencillo. Son muchos los aspectos sobre los que hay que tener conocimiento y a los que prestar a tención. Desde el desarrollo de un plan de negocio efectivo que nos permita sentar las bases del negocio hasta la logística, pasando por aspectos tan importantes como la negociación con proveedores o la financiación.
Es más que recomendable recibir algún tipo de formación si no se poseen unos conocimientos minímos antes de lanzarnos a una aventura de este tipo, o contar con socios que aporten dichos conocimientos. Es difícil encontrar una formación completa sobre los diferentes aspectos que hay que dominar en un proyecto de comercio electrónico, pero las que seguro no son suficientes son la multitud de charlas que sólo sirven para «vender humo» con la facilidad de tener una tienda online y sacarle rendimiento.
Empezar un proyecto de comercio electrónico es barato
Además del coste que podría suponer la formación necesaria para lanzar nuestro ecommerce, hay muchos otros costes que tendremos que asumir y en los que en muchas ocasiones no pensamos o no caemos hasta que no estamos muy metidos en el proyecto.
Dentro de los costes que tendremos que soportar, tenemos: administrativos (constitución de la sociedad o autónomo, registro de marca), infraestructura (almacen/local, telefono, luz), compras (productos) o de logística (packaging, envío, devoluciones) y otros gastos, como pueden ser el desarrollo de la plataforma, campañas de marketing online o creación de contenidos propios.
Estos podrían ser algunos de los gastos a los que tendríamos que hacer frente, aunque tratados de forma muy general.
Con este post no pretendemos quitarle las ganas a nadie las ganas de emprender en comercio electrónico, pero si ponerle en alerta y hacerle ver que el e-commerce no es fácil ni barato.
Si ya has lanzado un proyecto de comercio electrónico o estás en ello, nos gustaría saber tu opinión acerca de estos 2 mitos.